Ya está adjudicado el quinto poder. A los clásicos,
se sumaron los medios de comunicación “tradicionales”. Y ahora añadimos
las redes sociales. En muy poco tiempo ha ganado un quinto puesto que
no refleja una prioridad, ni su importancia.
Pero perdonad que pregunte: ¿De qué tipo de poder hablamos?
Es una pregunta fundamental. Quizá corremos el riesgo de hablar sin
claridad y sin pensar. Esta misma cuestión, pero en otros ámbitos, se la
estoy haciendo a mis alumnos hablando de democracia en Secundaria y Ortega en Bachillerato.
Hay que aceptar este punto de partida: cuando nos hacemos algunas preguntas
estamos obligados a buscar respuestas. Sirva este artículo como
invitación a la reflexión compartida sobre distintas formas de poder.
1. Poder de atracción. No
es algo de unos pocos, ni siquiera de sectores específicos. Directa o
indirectamente, todos se ven afectados por las redes y “andan dentro”.
Además, su ritmo de convocatoria es imparable. ¿Cuánto tiempo al día
están los jóvenes, y no jóvenes, conectados? La conexión forma parte de
“la persona del siglo XXI” y la desconexión es una pérdida. Estar se ha
convertido en una especie de “necesidad”, detrás de la cual hay
búsquedas más o menos conocidas y declaradas.
Por José Fernando Juan
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