La resiliencia nos permite enfrentarnos a la
adversidad y salir reforzados de las situaciones adversas. Es por tanto
la fuerza más poderosa que podemos tener las personas. Educar a los
niños y niñas para desarrollar su resiliencia significa
educarlos para un desarrollo psicológico sano, para su bienestar
personal (aun con complicaciones) y para lograr el éxito en sus
proyectos vitales.
La resliencia puede definirse como la capacidad de las personas para superar periodos de dolor emocional y situaciones adversas.
Etimológicamente viene del latín de la palabra resilio que significa
volver atrás de un salto, rebotar. Desde la física se ha empleado el
termino resiliencia para hacer referencia a la cualidad de los
materiales que les permite resistir a la presión, fuerzas y choques, a
su capacidad de doblarse antes de romper y recobrar la forma original.
La resiliencia es la fuerza que nos permite sobreponernos de los
contratiempos e incluso ser fortalecido por estos.
Por Celia Rodríguez Ruiz
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