A 12 kilómetros del centro de Madrid, ubicado entre las carreteras A-3 y
M-50, se halla el poblado chabolista de El Gallinero. Apéndice de la
famosa Cañada Real, este asentamiento está habitado por unas 435
personas (de las cuales casi 300 son menores), rumanos de etnia romí.
Las condiciones físicas y comunitarias en las que viven los menores de
este poblado son las que caracterizan a tantos otros asentamientos de
este tipo: viviendas precarias, violencia comunitaria, ausencia de agua,
electricidad, o de sistemas para el saneamiento y el vertido de
residuos. A éstas se han añadido, durante los dos últimos años, las
incursiones policiales inesperadas, a veces violentas, que se han
realizado con el fin para desalojar y derribar algunas de las chabolas
del poblado (instaladas sobre suelo privado) así como para arrestar a
presuntos ladrones de cable de cobre. Los niños han sido
frecuentemente testigos de estos encuentros con la policía y,
ocasionalmente, víctimas directas de esta persecución.
Por Blanca Gómez Bengoechea y Carlos Pitillas
Investigadores en el
Instituto Universitario de la Familia
de la Universidad Pontificia
Comillas de Madrid
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