19 noviembre 2014

VIDA entre MISIONES y PRISIONES

Rozando los 70 años, aún con ímpetu, fuerzas y salud para ofrecer su trabajo a los demás, la religiosa Fernanda Pons (Ciutadella, 1945) no puede hacer oídos sordos a la misión y este lunes 24 de noviembre emprende su viaje a México, donde ayudará a niños con daño cerebral.
Según indican fuentes del Obispado, nada más ingresar en la congregación de la Consolación, la hermana Fernanda Pons pidió ser enviada a las misiones y su primer destino fue la parroquia de Safané, en Burkina Faso, donde coincidió con el sacerdote diocesano Ricardo Miralles y la también religiosa de la Consolación Josefina Escrig, de Atzeneta (Castellón). Allí pasó once años, de 1977 al 88.
Entre un destino y otro, sor Fernanda ha vivido una década en la diócesis de Segorbe-Castellón, dedicada al Hospital Provincial, a la pastoral penitenciaria en Castellón y a la residencia de hermanas mayores de Almassora, donde acaba de pasar un año.
Ahora, vuelve a las misiones. "Pedí el traslado porque he recibido mucho, y quiero darlo mientras tenga salud". El 24 de noviembre emprende su viaje a México, a un centro de acogida de niños con daños cerebrales "donde aportará su saber hacer de enfermera y su corazón de consagrada", añaden desde el Obispado. 

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