28 abril 2014

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 229

Carta nº 229      Febrero 1902
“Dios lo remedie todo”

            Cuando Dios lo remedia todo es cuando las cosas, la vida empieza de nuevo. Cuando Dios remedia nuestras necesidades es cuando descubrimos que podemos empezar de nuevo, con nuevas fuerzas, con nuevo ánimo. Dios siempre remedia todo lo que nos ocurre, porque nos quiere, porque nunca deja de ser ese Padre.

            Dios remedia hasta la incredulidad, como a Tomás, como a los que tantas veces decimos: “si no veo…” Hasta eso remedia con la paciencia del que sabe esperar porque conoce a la persona, porque la quiere. Y cuando llega el momento de mostrar su verdad, su única verdad (sus heridas) es cuando decimos como Tomás: ¡Señor mío!

Dichoso y agradecido por el don de la fe, por creer sin la necesidad de ver con los ojos que están a los lados de la nariz.

            Y Dios sigue remediando todo lo que ocurre. Porque las cosas se remedian de muchas maneras. Hay veces que conviene atajar rápidamente el asunto y acogerlo de frente sin dudar. Hay otras veces que se remedian escuchando más que hablando, simplemente estando ahí y siendo capaz de escuchar. Y hay otras donde conviene dejar un tiempo para que las cosas vayan recuperando su verdadera dimensión para afrontarlas con la serenidad que requieren. Pero en todos los casos Dios siempre está junto a nosotros en esos momentos

Y Dios sigue remediando…” porque muchos otros signos hizo Jesús que no están escritos”. Así es y así lo creo. Dios no se cansa de ayudar, de remediar nuestras penas, de estar ahí. Y muchas veces ni lo notamos, ni lo escribimos, ni siquiera lo leemos.

Que Dios remedie todo lo que nos oprime, lo que nos agobia, lo que supone un peso excesivo, lo que nos impide verle.

            Que Dios lo remedie y que nosotros nos dejemos remediar. Porque hay veces que parece que no tenemos remedio. Pero sólo lo parece, ya que para Dios siempre hay una nueva puerta que nos abre para que podamos encontrar un nuevo sitio, una nueva oportunidad, un nuevo camino y un nuevo destino.

            

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