Estas son algunas de las palabras
de la fórmula de la profesión perpetua que Antonella pronunció el día 2 de
febrero en la Casa Curia en Roma.
Fue un día precioso, cargado de
muchos sentimientos y afectos, de mucha vida y de mucho Dios. Antonella estuvo
acompañada por su familia, por amig@s, por compañer@s de trabajo y también por
hermanas.
La celebración fue muy bonita. Yo
percibí cómo si Dios estuviera allí, en cada persona, en cada gesto, en cada
palabra. Se sentía en el ambiente que todos estábamos allí de verdad, viviendo
el momento y acompañando a Antonella en su sí definitivo.
Hemos llegado a compartir de
corazón a corazón y hoy por hoy puedo decir que la siento amiga, hermana y
compañera de camino.
¡¡¡Y qué bien, qué impulso, qué
aliento de vida, que la hermana que va por delante de ti se lance, se arriesgue
y se decida embarcar en esta gran aventura para siempre!!!
¡¡¡Disfruté tanto ese día!!! Era
una alegría honda, desde el corazón. Una alegría compartida con todos los allí
presente y por su puesto con Antonella. La vi tan feliz, tan ilusionada, tan
radiante… Jo gracias Señor por su paso, por su SÍ, por su entrega, por ser Hija
de Jesús.
Naike jFI
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