El 12 de enero se cumplen tres años del terremoto en Haití. Tres años muy duros, pero hoy se empiezan a ver algunos frutos. Muchos seguimos comprometidos con Haití, sus niños y jóvenes.
Tissidor quiere jugar al fútbol y le gusta el color blanco. Julius se forma para ser soldador. Como ellos, más de 300 niños de la calle acuden al centro Lakou donde reciben atención y aprenden a leer y a escribir.* Tras los 45 segundos que asolaron Haití, miles de niños perdieron a sus padres y acabaron en las calles.* “Queremos que los niños y jóvenes de la calle sean útiles para la sociedad. No una pieza que se pueda cambiar. Sino jóvenes que aporten”, dicen en el Lakou. Todo este trabajo con los menores queda recogido en el documental Hijos de Haití producido por Kanaki films y dirigido por Raúl de la Fuente. En 15 minutos, vemos a los hijos de Haití que tratan de sobrevivir cada día, en la calle, amenazados, sometidos a abusos… Pero también se habla de esperanza porque hay alguien que confía en ellos, que les acoge y que les ofrece una esperanza en el futuro.
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