08 octubre 2012

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 158


Carta nº 158    Noviembre 1898
“Recibí sus dos cartas, y las quería haber contestado de palabra, pero el hombre propone y Dios dispone. Paciencia, pues me es imposible salir ahora de aquí”  

            ¡Vaya buen refrán de confianza! Dios siempre dispone, pero necesita que el hombre proponga. Dios necesita nuestras manos para…., así cantábamos esta canción hace unos años y así cantaba Ipcis una canción parecida cuando decía que siempre hay pies que curar. Yo pienso que siempre hay que proponer y confiar, y la propuesta debe ser desinteresada, debe ser transparente, debe ser abierta y sobre todo debe ser sincera. Y a partir de ahí es cuando Dios dispone la respuesta, es cuando hay que escuchar. Y es cuando, a veces, hay que insistirle un poco. Esto me recuerda el diálogo sobre los justos de la ciudad: Señor ¿y si encuentro …. tantos justos? Venga, de acuerdo. Bien Señor ¿y si son unos pocos menos? Venga, de acuerdo.

            Y después de la propuesta, paciencia y confianza. Paciencia para entender la respuesta y confianza para descubrir los caminos oscuros que no entiendes. Pero también, paciencia para madurar la propuesta, para esperar su tiempo, y confianza  para aceptar su respuesta y comprometerte con ella.

            No puedo salir de aquí, me es imposible, por eso,… paciencia. No puedo cambiarlo todo, no depende de mí,… por eso paciencia. Pero una paciencia activa, sin barbaridades, sin atropellos a nadie, sin odios, pero con la seguridad que los pasos que das son firmes, que lo que ofreces es algo más que tu tiempo, es tu persona, y lo más importante, que no eres un loco, que no estás solo, que no eres un irreflexivo, que has pensado, madurado, rezado, consultado y decidido.

            A la M. Cándida le hubiera gustado contestar de palabra. Cuántas veces es mejor hablar frente a frente, que no quiere decir enfrentados, cuántas veces es mejor la palabra para entender los sentimientos y el comproiso que van por debajo de esas palabras. Pero cuando no se puede de palabra, se puede con unas letras. Aunque prefiero las palabras, prefiero la mirada limpia que acompaña a las palabras, prefiero la sonrisa o la lágrima, prefiero la persona al frio mail. Pero como dice el refrán: el hombre propone y Dios dispone. Como decía una persona de la que aprendí mucho, “lo mejor es enemigo de lo bueno”. Y ahora voy entendiendo algo de oportunidades y adversidades. Y ahora creo que es una buena oportunidad para un sueño. Y ahora creo que es una buena oportunidad para una buena y gran propuesta que sólo puede generar bien. Pero con la misma firmeza que digo lo anterior, afirmo que sea Dios el que disponga.

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