Hoy 27 de abril celebramos el día de Antoñita Bandrés; por eso, hemos ambientado nuestro cole con murales como este.
La recordamos con el siguiente escrito:
María Antonia Bandrés, Hija de Jesús
Nace en Tolosa, el 6 de marzo de1898 en una familia cristiana y de buen nivel económico.
Mujer de gran sensibilidad, aunque en ocasiones "fastidiosa”, caprichosa y se enfadaba con frecuencia.
Empezó a ir al colegio de las Jesuitinas de Tolosa, fundado por la Madre Cándida en el año 1888. Aquí es donde va descubriendo la necesidad de cambiar y moldea su carácter.
Mujer de gran sensibilidad, aunque en ocasiones "fastidiosa”, caprichosa y se enfadaba con frecuencia.
Empezó a ir al colegio de las Jesuitinas de Tolosa, fundado por la Madre Cándida en el año 1888. Aquí es donde va descubriendo la necesidad de cambiar y moldea su carácter.
A pesar de que en su casa había personal de servicio, ella se levantaba a ayudarles fregando y preparando la comida. ¿No os recuerda a la Madre Cándida?
Su lema siempre fue “Es preciso llegar a la cumbre: de hacer, hacerlo entero”.
Va creciendo como cristiana. Jesús fue su amigo siempre. Adoraba a la Virgen y en ella fue poniendo desde muy niña su confianza como en la Madre del Cielo.
Descubre que Jesús la quiere religiosa y se entrega totalmente a Él y su causa.
Decide ser Hija de Jesús marchándose al Noviciado. Le costó mucho separarse de su familia.
Entró en el Noviciado de las Hijas de Jesús de Salamanca el 8 de diciembre de 1916, cuando tenía 18 años.
Antoñita acudirá a la Virgen para pedirle fuerzas y se referirá a ella como la Madre que cubre el vacío que su otra madre dejó en ella, MªTeresa.
Hace sus primeros votos en el mes de mayo de 1918. Tiene 20 años, cuando cae enferma enseguida. Consciente de su enfermedad la asume con entereza y mucha fe porque sabe que está en manos de Dios.
A pesar de su enfermedad se prepara para su futura tarea de educadora.
El 12 de mayo de 1996 la Iglesia la beatificó junto con la Madre Cándida y nos la pone como modelo en la vida. Nos dice que el camino iniciado por la Madre Cándida y seguido por MªAntonia Bandrés, es un camino que a quien se deja guiar por Dios, le conduce a la santidad.
En sus últimos momentos, Antoñita pide hablar a solas con el médico que la atendió durante toda su enfermedad para agradecerle cuánto ha hecho por ella.
El médico le dice “Hasta mañana” a lo que ella responde “Hasta el cielo”. Ante tal respuesta, el médico añade posteriormente “Nunca he presenciado nada semejante a las últimas horas de Antoñita...Yo me sentí enternecido por aquella serenidad espiritual y aquella fe que le hacía tan feliz en sus últimas horas de vida”.
Era un sábado 27 de abril de 1919 cuando Antoñita se despide con estas palabras: “Muero muy contenta. Durante mi vida todo ha sido para mí duro y frío, seco; a mí no me ha regalado Jesús con sus caricias, pero ahora todo es paz...Tengo una alegría intensa...Estoy rebosando consuelo. Siento que la Virgen está a mi lado, que Jesús me ama y yo le amo”.
¡Felicidades Antoñita, porque no te olvidamos!
Con los alumnos, reflexionamos en clase sobre su vida y algunas de sus frases que nos la recuerdan:
Con los alumnos, reflexionamos en clase sobre su vida y algunas de sus frases que nos la recuerdan:
- “No hay cosa pequeña ni detalle sin importancia”
- “Es preciso llegar a la cumbre”
- “Quiero servir a todos”
- “Seguir a Jesús y estar con los pobres es una misma cosa”
- “Que Jesús y María llenen vuestro corazón”

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