No pienso mucho en la muerte. Creo que es un evento que uno no saca mucho con pensar, prepararse o lo que sea. Vendrá y no le tengo ningún miedo. Es más bien una bienvenida, porque no me gusta la idea de llegar a los cien años. Tengo 97, es todo muy cerca. Bueno, qué otra salida puedo tener. Me dicen que hay una arritmia en el corazón, por ese lado podría ser o parece que he tenido, aunque no estoy convencido, un comienzo de derrame. Parece que tengo un poco apolillado el cerebro, pero no se nota. Y bueno... por algún lado tendrá que haber salida para no llegar a los cien.
Hace 35 años que troto. Me he acostumbrado a eso y desarrollé un trote bastante bueno, que no cansaba nada y que podía durar media hora, una hora entera. Como perdí la vista, ya no puedo salir a la calle. Antes salía al Paseo Bulnes y trotaba hasta el fondo, hasta Parque Almagro. Allí volvía. Molestaba un poco a los borrachines que se veían en la mañana. Ahora lo hago en un aparatito que se mueve y que me permite trotar en el mismo sitio. A las 7 de la mañana me levanto. Nadie me ayuda. Troto media hora, entre varias cosas: bicicleta y pesas. Todos los días, hago un poco de todo.
Hace 35 años que troto. Me he acostumbrado a eso y desarrollé un trote bastante bueno, que no cansaba nada y que podía durar media hora, una hora entera. Como perdí la vista, ya no puedo salir a la calle. Antes salía al Paseo Bulnes y trotaba hasta el fondo, hasta Parque Almagro. Allí volvía. Molestaba un poco a los borrachines que se veían en la mañana. Ahora lo hago en un aparatito que se mueve y que me permite trotar en el mismo sitio. A las 7 de la mañana me levanto. Nadie me ayuda. Troto media hora, entre varias cosas: bicicleta y pesas. Todos los días, hago un poco de todo.
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