14 octubre 2014

Antonio Spadaro sj: «Este Sínodo es casi como un CONCILIO»

«En el Sínodo se respira csai un clima conciliar. La Iglesia se interroga profundamente sobre sí misma». El padre Antonio Spadaro es uno de los padres sinodales que fue nombrado por el Pontífice. El director de “La Civiltà Cattolica”, la revsta de los jesuitas cuyas pruebas son revisadas en la Secretaría de Estado, se refiere al Ángelus pronunciado ayer por Papa Francisco: el reino de Dios no tiene fronteras; no puede reducirse a los confines de una “iglesita”, de “nuestra pequeña iglesita”.
¿Se puede esperar alguna novedad del Sínodo en cuanto a la readmisión de los divorciados que se han vuelto a casar a la comunión?
Se ha abierto un proceso de discernimiento pastoral. La discusión sobre los divorciados que se han vuelto a casar entra en una visión de conjunto y no pone en duda la indisolubilidad del matrimonio. El Sínodo se ocupa de la familia como núcleo vivo de relaciones: hijos, parientes, amigos… una riqueza en un tiempo en el que parecen prevalecer el aislamiento y el individualismo. EL divorcio en este sentido es un momento de fragilidad y de debilidad que se presenta como una grieta en esta visión. La cuestión de los sacramentos a los que han contraído segundas nupcias no es el único tema afrontado, pero es uno de los temas avertidos con mayor intensidad. A pesar de las diferentes perspectivas, se advierte una búsqueda común para encontrar soluciones posibles. Se advierte el corazón de los pastores que escuchan las vivencias de los fieles. Para algunos, el hecho de que la relación entre Cristo esposo e Iglesia esposa sea el fundamento del matrimonio cristiano hace sustancial el vínculo entre la eucaristía y el matrimonio. Claro, ¿cuántos matrimonios viven claralemte esta relación? Y, ¿cuál es el papel de la fe en la validez misma del sacramento? Pero también se ha dicho que no se puede hablar de un estado de pecado mortal permanente para el divorciado que se ha vuelto a casar, y se habló también sobre la posible comunión espiritual. Con base en estas condiciones, es decir estado de gracia y de comunión, se reflexiona sobre la posible o imposible admisión a la comunión sacramental a la luz de un discernimiento pastoral que atienda individualmente las historias de vida. La cuestión está absolutamente abierta.
Por Giacomo Galeazzi 

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