Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".
Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".
Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
Reflexión:
Oscar Romano, cmf
A la paz de Dios:
Si ayer celebrábamos la fiesta del Corazón de Jesús, hoy la Iglesia nos invita a celebrar el Corazón de la Madre. Juntos.
De María nos dice Lucas en el evangelio que lo conservaba todo en el corazón. Los grandes acontecimientos de María pasados por el corazón, lugar donde se discierne la voluntad de Dios.
En lo más íntimo de su persona es donde uno aprende a descubrir el paso de Dios por su vida. Las cosas que nos se entienden a la primera, se descubren en la profundidad del corazón: silencio, reflexión, oración.
En su Corazón, María pudo descubrir lo que Dios quería de ella cuando el ángel de la anunciación. De Corazón pudo responder sí, hágase. Sí, hágase: porque así se responden a las preguntas que hace Dios.
Desde el Corazón se puso en camino para socorrer a Isabel. Cuando flaquean las piernas camina el corazón.
Con todo el Corazón vivió la llegada de la nueva criatura al mundo, aunque no tuvieran sitio en la posada… Ni en todo el país: con la huida a Egipto.
De Corazón intercedió por aquellos jóvenes esposos que se quedaron sin vino.
Con Corazón de madre entendió que su hijo la felicitara no por haberle amamantado, sino por ser una fiel discípula.
Su Corazón al pie de la cruz se desgarró por el dolor del hijo muerto.
Pero su Corazón volvió a latir con fuerza cuando el Espíritu lo volvió a inundar todo: como al principio…
Si ayer celebrábamos la fiesta del Corazón de Jesús, hoy la Iglesia nos invita a celebrar el Corazón de la Madre. Juntos.
De María nos dice Lucas en el evangelio que lo conservaba todo en el corazón. Los grandes acontecimientos de María pasados por el corazón, lugar donde se discierne la voluntad de Dios.
En lo más íntimo de su persona es donde uno aprende a descubrir el paso de Dios por su vida. Las cosas que nos se entienden a la primera, se descubren en la profundidad del corazón: silencio, reflexión, oración.
En su Corazón, María pudo descubrir lo que Dios quería de ella cuando el ángel de la anunciación. De Corazón pudo responder sí, hágase. Sí, hágase: porque así se responden a las preguntas que hace Dios.
Desde el Corazón se puso en camino para socorrer a Isabel. Cuando flaquean las piernas camina el corazón.
Con todo el Corazón vivió la llegada de la nueva criatura al mundo, aunque no tuvieran sitio en la posada… Ni en todo el país: con la huida a Egipto.
De Corazón intercedió por aquellos jóvenes esposos que se quedaron sin vino.
Con Corazón de madre entendió que su hijo la felicitara no por haberle amamantado, sino por ser una fiel discípula.
Su Corazón al pie de la cruz se desgarró por el dolor del hijo muerto.
Pero su Corazón volvió a latir con fuerza cuando el Espíritu lo volvió a inundar todo: como al principio…
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