
¿Quién no ha reprimido alguna vez sus actitudes espontáneas con el fin de asegurarse la aprobación de los demás? Nosotros poseemos todo ese lado oculto de nuestra personalidad llamado SOMBRA. Si no tomamos conciencia de esto, corremos el riesgo de verlo salir a la superficie, sin que lo sepamos, volverse contra nosotros mismos y crearnos toda suerte de molestias de orden psicológico y social. La sombra, si se ignora, puede causar estados depresivos y antipatías obsesivas.
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