Querida Mª Jesús:
Voy a intentar
poner palabra a algo que, cual tesoro preciado, atesoramos muchos de nosotros
en nuestros corazones, la suerte de haberte conocido, trabajado y convivido
contigo. Muchas hijas de Jesús hemos convivido contigo… y todas, desde el
cariño te llamamos “perla” “perla del Cantábrico” haciendo relación al mar que
baña las costas de la tierra en la que vives desde hace muchos años… estuviste
en Zabalburu… y eso a algunos nos suena a muchos años. Seguro que más de 50,
aunque en un momento de esta estancia la abandonaste para ir a cuidar a tu
madre… pero volviste y aquí te tenemos.
Llamarte
perla te define muy bien… es algo que a veces he comentado con Hijas de Jesús y
compañeros del colegio. Las perlas, como
sabemos, son esferas hechas de nácar producidas dentro del cuerpo blando de los moluscos,
especialmente en los bivalvos, o sea,
las ostras de toda la vida, alrededor de partículas extrañas que ingresan al
cuerpo del animal. Las perlas más conocidas son las consideradas como gemas o piedras preciosas, por su simetría y su
particular lustre.
Las perlas naturales se forman cuando un cuerpo extraño se introduce al
interior del cuerpo del molusco, que reacciona cubriendo lentamente la
partícula con una mezcla de cristales de carbonato de calcio (CaCO3) y una proteína llamada conchiolina, formando la sustancia conocida como nácar, que es la sustancia que recubre la cavidad paleal del animal (las paredes interiores de las valvas).
Al cabo de un período variable la partícula termina cubierta por una o más
capas de nácar, formando una perla, y tardan aproximadamente 10 años en
crearse.
El valor de la perla se determina en función de criterios varios, pero
puede decirse que se centran en tres: una
forma deseable (por ejemplo, las esferas perfectas o las
"lágrimas"), la rareza de su
color (casi toda la gama entre el blanco y el negro) y, naturalmente, la talla.
Hasta aquí la lección de biología. A partir de ésta comienza la lección de
literatura. En ésta recordaremos unas figuras retóricas que, yo, las asocio a
tu forma de ser… lo que se ve y lo que se intuye de tu personalidad:
La anáfora es la
repetición al comienzo de un verso de una palabra. En tu caso es tu nombre y tu
opción de vida. Eres María Jesús, sigues a Jesús de Nazaret en un estilo de
vida de una congregación, la de las Hijas de Jesús.
La Madre Cándida decía frecuentemente, en Jesús todo lo tenemos… y sin el todo lo
tenemos perdido. Gracias por tu testimonio de fe en este Jesús que es tu
fuerza, la fuente de donde bebes el agua viva y la roca que te sostiene.
Gracias por ser mano, palabra, gesto, impulso, escucha, en los momentos de
consolación, pero, sobre todo, en los de desolación como dice el Santo Ignacio.
La Hipérbole es la exageración desmesurada para llamar la atención. En
tu caso, lo que llama la atención no es la exageración, sino todo lo contrario,
la discreción, la mesura, la ecuanimidad y el equilibrio. Si en algo se puede
decir que eres exagerada, se diría que es cuando hablas de tu experiencia de
educadora, tus muchos años educando a los niños de este colegio… generaciones y
generaciones han pasado por tus manos amorosas. Es una delicia escucharte…
porque tus palabras están llenas de experiencia, de pasión, de ternura y de
compromiso con la educación. Podemos decir con orgullo que eres un espejo en el
que podemos mirarnos en toda esta innovación que estamos impulsando.
El Paralelismo es la repetición de estructuras sintácticas. ¿Cuáles son
esas estructuras sintácticas que tú repites? Yo diría que es ese deseo profundo
que tienes y transmites de hondura, de querer vivir no desde la superficie,
descubriendo a Dios en lo cotidiano, en el servicio atento y callado del
comedor, en las oportunidades de servir a quien se pone a tiro, en el
adelantarte a las necesidades de los otros… ¿No será que haces vida las
palabras, los gestos del maestro de Nazaret? ¿No será que Dios se hace presente
en lo sencillo de tu vida?
El Hipérbaton es la inversión del orden gramatical de las palabras. Este
cambio de orden en el quehacer diario, en tu caso yo lo asocio a tu humor, a la
capacidad que tienes para reírte, para disfrutar, para ver el lado bueno de las
cosas, de las situaciones, de las personas. Para sonreírte ante lo pequeño,
ante los niños que son tu pasión. Yo diría que eres una mujer con una inteligencia
emocional en forma y muy sana.
La Metáfora es comparar un término real con uno imaginario, en tu caso
sería comparar tu persona, el término real, con el figurado, la perla. Tus
características personales sobrepasan con creces a las de las perlas, las superas
en la forma, la rareza del color y la talla, sobre todo la talla.
Nuestra perla, la del Cantábrico, se ha ido configurando y
moldeando en todos estos años que Dios te ha regalado y has sido, eres y serás
regalo para nosotros. Regalar perlas expresa el amor… Dios nos lo ha expresado
a través de ti, Mª Jesús, a través de lo que eres y de lo que compartes con
nosotros cada día. Eres nuestra perla, la que embellece lo que la rodea, la que
pone ese toque de elegancia y sencillez.
Eskerrik asko, Mariaje.
Mª Rosa Espinosa
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