Los jóvenes delcampo de trabajo colaboran por las mañanas en el comedor social que organizan las Hijas de la Caridad, la escuela de verano de la parroquia de Piedras Redondas y la escuela de verano del colegio de Los almendros. Tres experiencias que les ayudan a convivir con otros, entre las diferencias, tocar realidades de pobreza, escuchar, acompañar... Las tardes son de reflexión de lo vivido y también de descanso, algo necesario para que los adolescentes puedan procesar poco a poco los contrastes que están viviendo. Ayer tuvimos ocasión de ir a Cabo de Gata y a la playa de Monsul. Unas horas de disfrutar juntos, de relacionarnos de otra manera. GRACIAS!
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