Juanitatxo de camino
a Belén
Sólo faltaban cuatro semanas para la Navidad, y algo muy importante estaba por suceder: el nacimiento del niño
Jesús.

Esa noche Juanitatxo decidió
acostarse pronto, pues al día siguiente el tren salía muy temprano.
Apenas había salido el sol cuando
sonó el despertador “rinnnnnggggggg”. Juanitatxo se despertó y se levantó de un
salto, se lavó la cara para estar bien despierta e ilusionada. Se despidió de su
familia con un fuerte beso y abrazo y prometió a su mamá estar muy atenta a
todo en ese viaje que comenzaba.
2 comentarios:
Enhorabuena!Un cuento precioso, felices de estar a tu lado Ana y felices de tener a nuestro lado también a nuestra Madre Cándida y hacerla presente en cada uno de los tiempos que comenzamos.
¡¡Me encanta!! y a los niñ@s les ha encantado☺
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