El pasado jueves, 30 de Abril, tuvimos la tercera charla en el Colegio Sta.María de la Paz FEC de Murcia sobre la Madre Cándida.
Esta vez, Teresa Zugazabeitia, FI. nos habló sobre cómo concebía la educación la madre fundadora.
En la primera charla habíamos hablado del sentido bíblico del nombre de la persona, de la historia de Juanitatxo y de cómo aquella muchacha sencilla y con carácter deviene en ser Cándida María de Jesús.
En la segunda charla, recordamos cómo la madre fundadora totalizaba en Jesús de Nazaret su experiencia de Dios: Jesús es todo su Dios. Experiencia que expresa en el nombre de Jesús; icónicamente en su IHS.
El nombre sobre todo
nombre, el Kyrios que toda lengua
confiesa. Fil 2,11.
En este tercer encuentro, seguimos con los nombres y el por qué funda una congregación que se llama Hijas de Jesús. Nos dice Teresa:
"La FÓRMULA de la
congregación reza así: “Cualquiera
que quisiere pertenecer a esta nuestra Congregación, Que deseo se llame de las Hijas de Jesús"
En el nombre “Hijas de Jesús” se densifica y declara nuestra manera de ser y
hacer; nuestra misión en la Iglesia. No es simplemente
un apelativo. Ella le da una importancia relevante.
Innumerables textos
de cartas, deseando, constatando, exhortando, animando a sus hijas, a
ser
verdaderas Hijas de Jesús.
La M. Cándida no
lo analiza; ni lo justifica teológicamente. No podría hacerlo. Lo intuye; lo vive
desde aquella primera oración infantil en el halda de su "amona":
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre
verdadero, Creador, Padre y Redentor
mío…
lo siente desde los dones entendimiento y sabiduría que el Espíritu derrama en su corazón. En Jesús totaliza su experiencia de Dios. Jesús era todo su Dios. Lo vive gozosa y
lo comparte y se siente
impulsada a transmitir esa experiencia personal, que la Iglesia aprobará como
carisma peculiar de una nueva Congregación en la vida consagrada.
Anotaba la M.
Cándida en sus cartas y apuntes: “La hija ha de parecerse al padre”
Pablo en Filipenses dice: “Tened los mismos sentimientos que Cristo Jesús”
Sentimientos, valores, actitudes, criterios… SER Y ACTUAR COMO JESÚS.
Él va delante de vosotros a Galilea, allí lo veréis”
Allí ha predicado la buena noticia de Dios:
PADRE
NUESTRO. Ha revelado el Reino: la plenitud de la salvación. Allí le han visto curar, perdonar, liberar, acoger Hay
que volver a Galilea... al Evangelio".
La
misión de las Hijas de Jesús en la Iglesia. La educación Católica de los Pueblos.
Como decíamos, en la Fórmula de la Congregación, queda registrado el deseo de la Madre Cándida de que "se llame de las Hijas de Jesús y servir en ella a Dios nuestro Señor…”
A la Congregación se pertenece
sirviendo a Dios nuestro Señor. El
servicio es un signo de pertenencia, de identidad como
Hijas verdaderas de Jesús. Como Jesús, apasionado por el Reino de Dios:
: santificando el nombre de Dios
: curando y sanando,
como signo de salvación
Jeshoua: Dios salva. Hijas de Jesús, la salvación: la educación Católica de los Pueblos.
Pueblos.
Una intuición global y universal. La Madre Cándida pretende alcanzar toda la sociedad,
geográfica y social, significada por esos Pueblos en plural.
En su precaria grafía, mayúscula y plural, podemos intuir cómo valora y
respeta la identidad de cada pueblo: atisba ya la exigencia de inculturación para
evangelizar.
Está ya presente aquel anhelo “al
fin del mundo iría yo la primera en busca de almas…”.
No hay barrera en el campo de la educación: universalismo geográfico, social y cultural. A los 14 días de la fundación el P.Herranz ya escribía así a su amigo Garciarena:
“…con la prisa de escribir se me
olvidaba lo mejor: que las de aquí son para enseñar internas y externas, ricas
y pobres, aquí y allí, donde la mayor gloria de Dios…”
Sí,
una prioridad: la escuela. Por la niña
a quien educa contempla la mujer del
mañana y su decisivo influjo en la sociedad. Es una apuesta de calado por la mujer, en una época en que la mujer, tiene
acceso difícil a la cultura, a la educación y por tanto vetada para una
promoción social.
La M. Cándida apuesta fuerte: "a la mujer hay que enseñarles todas las artes y labores…”. Mensaje plenamente vigente en la sociedad actual.
La Hija de Jesús educadora.
Los rasgos que la configuran no podrían ser otros
que los ya indicados en M.C. y primeras compañeras. Pero el carisma no es
estático. Va desarrollándose al ritmo de los signos de los tiempos. Fidelidad
dinámica al Espíritu. Y también, nueva reformulación de actitudes
fundamentales:
* filiación y cristocentrismo. La M. C., ya vimos, que en Jesús totaliza su experiencia de Dios.
* misión… promover la gloria
de Dios y el bien de nuestros prójimos.
* abierta a la fraternidad universal (universalismo) con atención a las periferias existenciales.
* estar dispuestas: ir… (a) los pueblos que fueren más necesitados de nuestras Escuelas.
* María, presente en nuestro origen. María de la Visitación, del servicio. María de la Evangelización.
Los laicos en la “educación Católica de los Pueblos"
No hay constancia de que la M. C. escribiera nada, aunque
algo hemos dicho de su capacidad de relación. Pero en la praxis,
en nuestro colegio de Tolosa, encontramos a Gabrielle Hondet una joven francesa, impartiendo clases de Francés. Profesó después como Hija de Jesús y acompañó a la
Madre Cándida a Roma. Muy anciana murió en Bilbao. Pero había empezado en la escuela
como laica.
También podemos
valorar esta dimensión laical, en la
preocupación que siempre tuvo la Madre por la formación de maestras
cristianas. Varias Escuelas Normales de la Iglesia han sido gestionadas por la
Congregación: Valladolid, Segovia. Y en Málaga: Escuela de maestras rurales.
Otra circunstancia,
no pretendida, pero que podemos dimensionarla en este sentido: cuando nos
expulsaron de China continente, de la floreciente misión a mitad del S.XX y no
quedó ni rastro de Hijas de Jesús, fue
una joven, laica, en campo de
concentración incluido, la que guardó el rescoldo del espíritu jesuitino a lo
largo de más de cuarenta años. En situación clandestina y perseguida, pasó la
antorcha de la fe a otras jóvenes. Hasta que pudieron contactar con las HH
chinas que habían emigrado a Taiwán y Japón. Son más de 25 Hijas de Jesús las
que provienen del continente; esto fue... gracias a una laica que guardó el espíritu de la Madre fundadora en situación de
clandestinidad y persecución.
Catalogadas con las
HH de Taiwán, Thailandia y Vietnam, llegan a 75. Es una juventud que promete
allá, en Oriente. He consultado el catálogo de China-Taiwán y me encuentro con
el nombre de una jesuitina, china, compañera mía, en nuestros tiempos jóvenes
de estudiantes de Teología en Roma, Margarita Ho. Y lo subrayo porque tiene que ver con el tema que nos ocupa. Su
misión actual en Taipei, Taiwan es: Orientación
a laicos “Seguidores del sueño de Sta. Cándida Mª de Jesús”.
Nuestra relación con vosotros, los
laicos, se ha mantenido desde los orígenes. No con la comprensión teológica de
hoy. Tenía que venir el Vaticano II.
Pero el Espíritu que
anima la iglesia de Jesús, y que nos va conduciendo hasta la verdad, fidelidad
completa, nos está empujando a una relación profunda y corresponsable: misión
compartida, expresión de una espiritualidad compartida.
Y surgen entre algunos de vosotros, además de vuestro
compromiso profesional, educador, un más allá que hemos dado en llamar “Amigos
de la M. Cándida”. Y estamos tratando de responder a esta nueva savia eclesial.
No es sólo una formación académica; sino un profundizar la vocación cristiana
laical, comprometida en el carisma de la M. Cándida.
Y surgen
encuentros, planes de formación, Ejercicios Espirituales. Responsabilidades
compartidas. No solo a nivel de dirección, incluso como representantes legales
de la Congregación. Hemos tenido varios encuentros nacionales. También una
convención internacional en Salamanca.
Desde nuestra
debilidad, el Espíritu se ha ingeniado para alentar y animar un laicado
comprometido que asume consciente su misión: “la educación Catolica de los Pueblos” en el sentir de la Madre Cándida.
La Madre General, Mª Inez Furtado, brasileña ,os ha
escrito una carta compartiendo inquietudes y anhelos en este sentido. Son
también inquietudes y anhelos del Papa Francisco: tenemos que sumar nuestros dones,
que en la mente de Dios, son complementarios.
Gracias, Maria Teresa por todo tu saber compartido.
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