Los Estados Unidos y las naciones europeas llevaron a Venezuela ante
Jesús: “Maestro, este país ha sido sorprendido en flagrante adulterio
democrático: ¿qué dices tú que debemos hacer?”. Jesús fingió no oírlos y
escribía en la arena. Por fin, ante la insistencia amenazadora de sus
interrogadores, levantó la vista y musitó: “el que de vosotros esté sin
pecado que le tire la primera piedra”… (ver Jn 8,1ss).
2.- En 1956, la URSS invadió y atropelló canallescamente al pueblo
húngaro que intentaba una revolución no grata a Moscú. Durante semanas
se sucedieron manifestaciones y condenas en todos los países europeos.
Karl Barth, catedrático en Basilea, el mayor teólogo del s. XX tildado a
veces de excesivamente “verticalista”, rehusó sin embargo sumarse a
esas protestas. La razón de esa negativa escandalosa, la había dado poco
antes en un escrito sobre la Iglesia entre Oriente y Occidente: “lo que
se ha emprendido en Rusia (aunque con manos sucias… y de forma que nos
irrita) es, sin embargo, una idea constructiva: es la solución de un
problema que también para nosotros es un problema serio y candente y que
nosotros, con nuestras manos limpias, ni tan sólo hemos empezado a
resolver: el problema social”.
Por JI González Faus sj
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