No es el mar su enemigo. No es criminal el mar. No tiene que avergonzarse el mar. No tiene que llorar el mar.
Enemigos de los pobres son quienes los empujan a ese mar que los ha de devorar, quienes los condenamos a la desesperación en lugares que nosotros hicimos inhóspitos.
MIentras tanto, los partidos llamados políticos cotinúan disputándose cuotas de poder y cuotas de corrupción, como si los pobres no muriesen desesperados.
¿Hasta cuándo?
Enemigos de los pobres son quienes los empujan a ese mar que los ha de devorar, quienes los condenamos a la desesperación en lugares que nosotros hicimos inhóspitos.
MIentras tanto, los partidos llamados políticos cotinúan disputándose cuotas de poder y cuotas de corrupción, como si los pobres no muriesen desesperados.
¿Hasta cuándo?
Por Mons. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger
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