Gloria Iglesias, de 60 años, cuenta que ha tenido 180 hijos. No los
parió ella, pero cuando 10 de ellos murieron los lloró como una madre.
Les dio tantas oportunidades como solo son capaces de dar las personas
de la misma sangre. E incluso algunas más, porque para cuando muchos de
esos 180 hombres, la mayoría toxicómanos, entraron en su vida, la droga,
las mentiras, y a veces también la vergüenza, habían roto todos sus
lazos familiares. “Esta es mi familia”, asegura esta mujer menuda,
exazafata de tierra para Iberia, en la casa de acogida que fundó en
Madrid hace 15 años, Proyecto Gloria.
“Soy la madre de todo el que entra por la puerta”. Dos intentaron
matarla. Los siete con los que se ha despertado este jueves, y muchos de
los que ya se han ido de la casa, darían hoy su vida por ella.
Por Natalia Junquera
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