22 febrero 2015

"El Papa Francisco le ha devuelto a la Iglesia la mística de la alegría"

Santiago Agrelo es un obispo gallego destinado en Tánger. Allí vive en primera persona e intenta sanar las heridas de los emigrantes. Con misericordia y con denuncia. Por eso, el obispo-profeta está en el punto de mira del Gobierno del PP, que llegó a acusarlo recientemente, ante las autoridades vaticanas por sus denuncias de las concertinas y de las devoluciones en caliente. "No creo que deba disculparme con ningún ministro", dice el prelado de los emigrantes desamparados. Y sigue condenando las concertinas, las devoluciones en caliente y el que "no veamos a los emigrantes".

¿Qué opina del hecho de que varios ministros del Gobierno, entre ellos el del Interior, Jorge Fernández, se hayan quejado de usted, con nombre y apellidos, ante las autoridades vaticanas?
Me preocuparía que se quejasen de mí los pobres. A ellos he de pedir perdón, pues de muchas maneras, aun esforzándome en darles lo que en justicia es suyo, los puedo herir, muy fácilmente se les puede humillar. No creo que nadie en ningún Ministerio tenga motivo para perder un minuto conmigo. Y no creo que deba disculparme con ningún Mnistro.

También "acusaron" a Cáritas, Confer y a la comisión episcopal de Migraciones.
Ésas son instituciones de la Iglesia que tienen una gran autoridad moral. Su voz merece que todos la escuchen con respeto, con discernimiento, con voluntad de colaboración, pues apela a la conciencia personal y señala responsabilidades que son de todos en la sociedad. No sería prudente menospreciarla o temerla como si fuese la voz de un enemigo.

No hay comentarios: