Las Hijas de Jesús de la Última Probación continúan haciendo la ruta de
la Madre Cándida. Hasta ayer estuvieron en Valladolid y hoy ya se
encuentran en Salamanca. Desde Valladolid y ante el retablo del
Rosarillo, comparten su experiencia más íntima y profunda.
Recordar a Juana Josefa en frente del Retablo del Rosarillo, fue
contemplar a una joven que desde los inicios se puso en oración,
contemplación y escucha para lo que Dios quería de ella.
Una llamada, una respuesta, un cambio de nombre y una petición de
fundar una Congregación: las “Hijas de Jesús” en medio de su pobreza,
las dificultades y el sentirse nada delante de Dios Padre. Aun así su
confianza y la gran fe de que él será el que va ir haciendo grandes
cosas en ella y con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario