Peter Angelina sigue vendiendo pañuelos, como desde hace años, en el
semáforo de la esquina de la calle Juan Díaz Solís con Rubén Darío, en
Sevilla, con la diferencia de que este jueves lo hace desbordado por la
fama. Dos días antes la Policía ha difundido la buena noticia de que
este nigeriano de 35 años devolvió un maletín con 3.150 euros en metálico y seis cheques por 13.000 euros, que se le había caído del techo del coche a un despistado conductor. "¡No quiero propaganda!", insiste en vano.
La Policía Nacional, a la que Peter acudió con el maletín, lo conoce
bien. Estos bloques del conjunto del Santo Ángel de la Guarda, en el
barrio del Tardón, donde se apuesta por las mañanas y muchas tardes, se
construyó para agentes del Cuerpo. "Pedro no tiene ningún problema",
dice junto a él Antonio, policía y vecino, que le recuerda que si
hubieran pasado dos años sin encontrar al dueño del dinero, se lo
habrían dado a él. Al menos el conductor -cuya identidad se desconoce,
salvo que tiene 42 años- vino después a agradecérselo metiéndole dos billetes de 50 euros en el bolsillo de la chaqueta antes de desaparecer, cuenta nuestro protagonista.
Por Eduardo del Campo
Foto de Carlos Márquez
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