“Cuando uno ve la discapacidad antes que al niño, no sólo es malo
para el niño, sino que priva a la sociedad de todo lo que ese niño
tiene que ofrecer ”. Lo acaba de decir el Director Ejecutivo de UNICEF, al presentar el Estado Mundial de la Infancia 2013, que este año se centra en los 93 millones de niños y niñas con discapacidad que hay en el mundo.
Emociona encontrar en este informe reclamaciones históricas de muchas
personas con discapacidad y de sus familiares, convencidas de que no son ningún problema, lo que es un problema son las barreras que enfrentan.
Y me ilusiona especialmente que se nos habla de la discapacidad y del
derecho a la inclusión en todo el mundo como un enfoque que debe
aparecer, como el género, en cualquier proyecto de desarrollo. Porque en la discriminación, como en la pobreza, no hay fronteras.
Por Xosé Cuns
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