Wilson. Haitiano. Vive en Elías Piña, RD. Tiene una mirada penetrante.
Y una sonrisa hermosa. Constantemente me pedía que le hiciese una foto.
Yo tenía pudor ante la realidad de pobreza. Pero él insistía. Al
recordarle me viene al corazón su historia familiar y la de tantos
otros. Qué difícil para Wilson aprender a leer y escribir! Con él soy
peregrina y con él puedo hoy unirme al salmo desde las entrañas más
desgarradoras: "El Señor es mi pastor nada me falta... me conduce hacia
fuentes tranquilas y repara mis fuerzas... habitaré en la casa del Señor
por años sin término". Que mi #compañerodecamino nos enseñe la #vidadeverdad para acogernos generosamente sin importar dónde hemos nacido o cuál es el color de nuestra piel.
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