El pasado 8 de septiembre, horas después de la Eucaristía de apertura
del Noviciado Internacional, en Córdoba (Argentina), seis postulantes
de diferentes países (Cecilia Rassino y Celina Chimeno de Argentina,
Silvania Cardoso y Cíntia Malaquias de Brasil, Alicia Romero Eusse de
Colombia y Esther Sanz de España, celebraron su entrada al Noviciado
mediante una sencilla ceremonia que tuvo como telón de fondo la
invitación de San Ignacio de Loyola que en el texto de sus Ejercicios
Espirituales propone contemplar la vida de Jesús: pedir conocimiento
interno del Señor, para más amarlo y seguirlo, una vivencia profunda de
la persona de Jesús, una asimilación de lo que Él significa para cada
una, de modo que esta asimilación vaya asemejándolas cada día más a Él.
La
celebración contó con la presencia de la comunidad del Noviciado y de
la comunidad de Córdoba. Comenzó con la canción “Quiero dar”, unas
palabras de Sônia María Soares, la Maestra de novicias, que resaltaba la
llamada de Dios unida a un deseo profundo de la persona, para luego
escuchar la Palabra y la entrega de los signos visibles que hacen
presente la acción de Dios en la Congregación desde el carisma de la
Madre Cándida: las Constituciones y las Directrices, entregadas por
Graciela Francovig, Superiora Provincial de América Andina; la medalla,
entregada por Sônia María, y la cruz, entregada por Elizabeth Romero,
Superiora de la comunidad de Córdoba.
Finalizó alegremente con el canto a María “Quiero decir que sí” y un fraternal abrazo que nos ofrecimos entre todas.
Comunidad del Noviciado Internacional
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