19 marzo 2014

Día de San José II: Ser sal y luz en la entrega cotidiana

"El nacimiento de Jesucristo sucedió así: su madre, María, estaba prometida a José, y antes del matrimonio, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, decidió repudiarla en secreto. Ya  lo tenía decidido, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: -José, hijo de David, no tengas reparo en acoger a María como esposa tuya, pues lo que ha concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del profeta: Mira, la virgen está encinta, dará a luz a un hijo que se llamará Emanuel, que significa: Dios con nosotros. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y acogió a María como esposa. "(Mt 1, 18-24) 


Que el Espíritu de Dios nos ayude a cumplir su voluntad en la entrega cotidiana y silenciosa, "Buscando más el bien de los prójimos".


¡Felicidades a todas las personas vinculadas al nombre de José y a todos los padres!

No hay comentarios: