
Y he seguido tu rastro.
Y me has dicho: ¡descansa!
Y después has sonreído.
Yo también.
Y más tarde te he encontrado
en una mujer, pobre y viuda,
tres rasgos que en tu tiempo
hacen que alguien sea "ninguna".
Y esta persona que tiene
motivos para sentir
que le deben ayudar,
que le deben asistir...
nos da una lección
de vida y de compartir,
pues no da lo que le sobra,
sino lo que tiene para vivir.
Y pienso en las veces que yo
voy por la vida midiendo,
pidiendo recompensas,
poniendo a todo precio...
Y tú me dices que en la vida
hay que dar, ser generoso,
como la viuda del evangelio,
que en eso está el tesoro.
Y a veces juzgo a la gente
por la apariencia, la imagen que da,
pero tú me enseñas
que es "otra cosa"
a lo que tengo que mirar.
Hoy me he encontrado contigo
y he seguido tu rastro.
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